- Se mantiene absoluta privacidad y confidencialidad.
Se guarda la máxima discreción sobre los encuentros realizados, estableciendo los medios necesarios para ello, con el fin de que las partes de puedan expresar en total libertad.
La documentación aportada y las conversaciones mantenidas se quedan dentro del ámbito de la mediación.
- Atención profesional personalizada.
Se atiende profesionalmente las necesidades de los clientes, pudiendo acudir con sus abogados al proceso de resolución de conflictos.
Es importante, también, la gestión de las emociones. Para ello se utilizan herraminetas como el moderno ‘coaching’.
- Atención permanente.
Se pone a su disposición la posibilidad de que las reuniones sean en otro lugar, con la posibilidad de desplazamiento por parte del mediador, para facilitar la resolución de conflictos.
También se ofrece, si fuera requerida por alguna de las partes, el uso de herramientas de videoconferencia para mantener las sesiones de mediación a pesar de la distancia geográfica.